¡Socorro! ¿Qué puedo hacer con mis libros?

 


Los libros tienen un encanto especial. Nos ofrecen la posibilidad de evadirnos, aprender, conocer otras vidas e incluso tienen un valor decorativo. Vuelven más cálidas las salas donde habitan.

Sin embargo, todo tiene un límite, y los las colecciones de libros también. Salvo que tengas una casa muy amplia con espacio suficiente para guardar toda tu colección, a veces los libros pueden ser una plaga y amenazar con asfixiarte.

Para evitar este problema, te ofrezco alguna solución, que personalmente me ha venido fenomenal:

1.- No compres todas las novedades y libros que te recomiendan. Cógelos de una biblioteca pública (si no lo tienen puedes hacer una desiderata para que lo compren). Cuando lo hayas leído piensa si lo volverás a leer. Por ejemplo, en el caso de muchas novelas policiacas la respuesta está clara: no, no lo voy a leer otra vez. El libro era genial, pero ya conozco al asesino. Con esto ya has disminuido un número considerable de libros. En otras ocasiones, el libro no responderá a tus expectativas y lo devolverás antes de haberlo acabado, pensando ¡menos mal que no he comprado este truño!

2. - Si el libro te encanta después de haberlo leído y crees que es ideal para volverlo a leer, adelante, cómpralo. Pero cuando tu estudio esté saturado de páginas tendrás pocas opciones.

- Hablar con tu biblioteca pública más cercana para hacer un donativo. En estas instituciones no se suelen aceptar ni enciclopedias, ni atlas, ni diccionarios ya que toda la información que contienen está disponible en Internet y suele quedar obsoleta rápidamente. Tampoco se aceptan libros subrayados, con firmas o en mal estado. O sea, si quieres hacer una donación, ten en cuenta cuando leas el libro que no puedes dejar huellas personales.

- Otra posibilidad es vender los libros por aplicaciones de segunda mano. No ganarás mucho dinero, pero te dolerá menos deshacerte del libro. En estas aplicaciones se valora por una parte la fama del libro, su estado y su precio. Por ejemplo, un cómic de Jiro Taniguchi en buen estado por diez euros, saldrá rápidamente de tu casa. Una novela de Sara Lark la podrás vender por unos tres euros.

- Si tienes prisa por hacer un hueco en tu cuarto, puedes donar los libros a ONG's que envían libros al tercer mundo.

- También puedes divertirte haciendo BookCrossing (guardar cada libro en una bolsa y repartirlos por bancos, para que la gente los coja, los lea, deje su nombre en un papel y vuelva a dejar el libro en otro lugar. Si alguien decide liberar u n libro BookCrossing, tendrá que registrarlo para conseguirun BCID -número de identificación de BookCrossing- que será lo que identifique ese ejemplar concreto en la base de datos del sistema. Ese número de registro lo lleva el libro escrito, directamente en el interior de la cubierta, o bien en una etiqueta en la que se pide a la persona que lo encuentre que entre en la web de BookCrossing y escriba un pequeño apunte para notificar el hallazgo, y finalmente que suelte de nuevo el libro una vez lo haya terminado. Más información en Wikipedia).

- Ponte en contacto con tus amigos y diles los títulos de los quieres librar. Si están como nuevos y son interesantes, seguro que estarán dispuestos a adoptar un libro.

- Si no has conseguido ya perder los libros de vista, llévalos al punto limpio donde servirán para hacer papel reciclado o llama a organizaciones como Los Traperos de Emaús. Ellos tienen locales donde almacenar esos libros y venderlos a buen precio.


Y recuerda, menos es más 

 

 

 

 

 

 

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