Los mejores libros de la literatura yiddish

 

Una de las literaturas que más me ha apasionado por su originalidad y estilo es la llamada literatura en yidish. Poco conocida por el gran público la literatura en yiddish, como indica wikipedia, es la escrita en la lengua de los judíos ashkenazíes, emparentada con el alemán medieval. 

Ashkenazi es el nombre dado a los judíos que se asentaron en Europa Central y Oriental, principalmente en Alemania, Austria, Hungría, República Checa, Eslovaquia, Polonia, Ucrania, Rumanía, Rusia, Bielorrusia, Bulgaria, Lituania y Letonia. Desarrollaron costumbres y leyes particulares que los diferencian de otros grupos del pueblo judío (sefardíes y mizrajíes, por ejemplo), así como su propia lengua, el yiddish, que combina términos provenientes de diversos dialectos alemanes junto con algunos de origen eslavo y hebreo. 

Os animo a leer alguna de estas magníficas novelas escritas por esta parte del pueblo hebreo

La familia Moskat es la historia de una familia y de la comunidad judía a la que perteneció. Es también la crónica de una sociedad que floreció en Varsovia a lo largo de casi tres décadas hasta su total destrucción tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial. A través de varias generaciones de personajes, va emergiendo un mundo de una insólita riqueza, un asombroso mosaico humano que se mueve entre la tradición y la modernidad.





    


Débora, la protagonista, está excluida por ser mujer de los estudios en los que destacan su padre, un ingenio e idealista rabino, y su hermano precoz. Pero ella se rebela leyendo clandestinamente libros que esconde detrás de la cocina, en sus breves incursiones fuera de casa, así como en la atracción clandestina que siente hacia un joven rebelde de Varsovia. Esta obra magistral proporciona una visión demoledora de un mundo perdido y revela el destino de las mujeres en un momento contradictorio, donde la tradición milenaria colisiona con la modernidad.






A través de la historia de tres generaciones de una familia judía, los Karnowsky, esta novela, publicada originalmente en 1943, nos ofrece un fresco extraordinario de la primera mitad del siglo xx. David, el patriarca, que en los albores el siglo abandona el shtetl polaco donde nació para instalarse en Berlín, animará a su hijo Georg a adaptarse y a convertirse en «judío entre judíos y alemán entre alemanes». Georg se convertirá en un respetable médico berlinés y encarnará así la cumbre de la integración y el éxito social de la familia. Su hijo Yegor, nacido durante el nazismo y profundamente marcado por el antisemitismo, desembarcará en una Nueva York inhóspita y culminará el accidentado destino de su linaje. En la presente obra, Singer no sólo escribió páginas de inusual belleza, sino que vislumbró además con una clarividencia sobrecogedora la suerte de los judíos tras la Segunda Guerra Mundial, confirmando, a su pesar, la capacidad profética que sólo los auténticos escritores poseen.




Nacidos en Łódź, la capital de la industria textil polaca, los gemelos Ashkenazi, Simja y Yánkev, son tan opuestos como Caín y Abel. Simja, menudo, inteligente y calculador, está dispuesto a alcanzar la prosperidad a cualquier precio; Yánkev, apuesto y encantador aunque no tan astuto, es compasivo y tolerante. La llegada de la industrialización, el capitalismo y la lucha de clases a la ciudad terminará enfrentándolos, y las fuerzas del amor y la historia los separarán irremisiblemente. Con esta magistral novela, comparable a las de Zola y Tolstói, Singer alcanzó la madurez narrativa al entretejer el destino de sus personajes y las vicisitudes de la historia en una vívida recreación del convulso siglo transcurrido desde el advenimiento de la Revolución industrial hasta la Gran Guerra y la Revolución rusa.

 




El mago de Lublin se ha coronado con el tiempo como la novela más importante de la literatura yidis. Su protagonista, Yasha Mazur, un polaco medio judío y medio pagano, realiza actos de magia, acrobacia y escapismo a lo largo de la Polonia del este. Y mientras él va recorriendo los poblados, tendiendo entre la libertad y la amoralidad una simple soga que cruza cual equilibrista, su esposa, judía practicante, lo espera en casa sin creer en las habladurías que dan cuenta de la doble vida deYasha. Pero no hay magia que resista el deterioro de la ilusión ni hombre al que no le toque la hora de luchar contra sí mismo.
El mago de Lublin es un extraordinario relato sobre la eterna, y casi siempre sinuosa, búsqueda de la divinidad.





Una antología de cuarenta y siete relatos seleccionados por el autor, el gran representante de la literatura yiddish, que incluye sus cuentos más célebres.

«Me resulta difícil decir por qué elegí los cuarenta y siete cuentos de esta colección, seleccionados entre más de un centenar. Como le ocurriría a un padre del Oriente contemplando su harén llenos de mujeres y niños, los quiero a todos», comentaba Singer cuando dio a la imprenta este volumen. Razón no le faltaba porque su universo literario es muy peculiar, casi privado, pero se convierte en universal en cuanto topamos con los deseos y las dudas infinitamente humanas de sus personajes.

Desde la primera página, un abanico de tiempos y lugares se abre para el lector: veremos a hombres cansados que han conocido a Kafka y a Stefan Zweig deambular por los bares de Varsovia, pidiendo dinero prestado y dando consejos, a ancianos asomados a un balcón en Miami que de pronto despiertan a un nuevo amor, y a mujeres con las palabras atragantadas de tanto querer olvidar.

Conoceremos las tierras de Polonia y sus campesinos, para luego caminar por las calles de Nueva York, y sin embargo, después de tanto viaje, lo que se va a quedar es el talento de Singer para contar ese destilado de melancolía y orgullo que nuestros propios exilios imponen porque, bien mirado, todos algún día tuvimos que irnos de la vida que era nuestra.




Cientos de comunidades judías han sido destruidas por los cosacos ucranianos en Polonia del siglo XVII. Jacob, un hombre culto y piadoso, habitante de la ciudad de Josefov, huye de las matanzas, pero es apresado por unos bandoleros y luego vendido como esclavo a un granjero en un pueblo enclavado en las montañas.

Es allí, ya convertido en un mozo de establo, donde conoce a Wanda, la hija de su amo, de quien se enamora perdidamente. Pero las leyes de la época, tanto las de los polacos como las de los judíos, impiden el amor de ambos y también su casamiento.

El esclavo es una asombrosa novela que retrata con vehemencia las tribulaciones de un hombre que busca escapar de las toscas ataduras que lo sujetan.










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